El RC Celta de Vigo vivió una noche de pura tensión y drama en la Copa del Rey al superar una extensa tanda de penales contra el Sant Andreu, que puso a prueba la resistencia y concentración de ambos equipos. En un duelo donde el gol se resistió durante 90 minutos y más allá, fueron necesarias 14 ejecuciones desde los 11 metros para definir al clasificado, tras un empate 1-1 en el tiempo reglamentario y la prórroga.
El técnico Claudio Giráldez realizó hasta diez modificaciones con respecto al once habitual de liga, apostando por rotaciones pero manteniendo un plantel competitivo para afrontar el reto en el escenario de césped artificial en el que se enfrentaron. El Sant Andreu, con experiencia copera y comandado por Nacho González, empezó valiente y fue quien dominó los primeros minutos, generando peligro sobre la portería del Celta defendida por Iván Villar.
Pese a ello, el conjunto vigués ajustó su juego y desde el minuto 20 gozó de ocasiones claras, con Jutglà y Hugo Álvarez a punto de abrir el marcador. Precisamente fue Hugo Álvarez quien golpeó el travesaño antes del descanso, manteniendo el marcador en 0-0.
El segundo tiempo mostró un constante asedio del Celta, que continuó estrellando balones en el poste, esta vez a través de Jutglà. Sin embargo, la incapacidad para convertir las oportunidades llevó a Claudio Giráldez a dar entrada a sus estrellas Iago Aspas y Borja Iglesias para revertir el panorama.

Durante la prórroga, Alexis puso adelante a los catalanes con un gol celebrado intensamente por la afición local, solo para que Borja Iglesias empatara rápidamente, antes de que el duelo se decidiera en la ronda de penales.
La tanda fue larga y llena de tensión. Ambas escuadras convirtieron sus siete primeros penales hasta que Serrano, del Sant Andreu, estrelló su séptimo lanzamiento en el poste, dando el pase al Celta tras un total de 14 tiros desde el punto fatídico. Esta eliminatoria retrata la dificultad que enfrentan los equipos de LaLiga y sus rivales en encuentros coperos, donde la garra y el acierto desde los once metros pueden marcar la diferencia.
Este partido demuestra la importancia de mantener la concentración y la fortaleza mental en torneos de eliminación directa, además del talento que aportan figuras como Iago Aspas y Borja Iglesias, quienes fueron claves en el tramo definitivo del encuentro.
En resumen, el Celta de Vigo sigue adelante en la Copa del Rey tras una maratónica y épica batalla contra un combativo Sant Andreu, reforzando la idea de que en esta competición la batalla nunca termina hasta el último penalti.
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